Qué te pasa?

Me froto los ojos con fuerza, para despertar de un letargo mental, ciertas obsesiones tiñen mis pensamientos, el azar, el futuro, decisiones…Me siento como un personaje de Michael Ende, un Momo corriendo contra el tiempo, pensamientos inconexos, reflexiones sin hilo argumental, mariposas…un puzzle a medio terminar, incapaz de hilvanar los pensamientos cierro los ojos y vuelo hasta Nunca Jamás. Encrucijada. Vivo acelerada, como si los días se me escapasen entre las manos, intento atraparlos, pero se me escurren. Es complicado vivir en el mundo real cuando el mundo de fantasía tiene más sentido.



Qué determina el destino? Alargo las palabras de Murakami, no quiero que se termine el libro, que cese la magia y cerrar la puerta de entrada a un mundo tan real que es casi palpable. Personajes de ficción tan concretos que se abren un hueco en tu memoria junto con aquellos que ya han pasado por tu vida…Puede que un día, en el ocaso de las ideas, pasen a formar parte de mi historia…susurro: Nakata.



Abstracción mental…Cuando creces demasiado rápido y aun siendo niño sientes el peso de la responsabilidad, desdoblas una capa paralela en tu cerebro, una que la gente normal superpone con estratos de experiencias, finas mantas de niñez tardía, adolescencia, delicadas capas de arena que se funden y mezclan. Pero cuando te ha atrapado la nada demasiado pequeño, guardas un reducto de tu niñez puro y virgen, un pequeño bosque donde la imaginación crece en libertad, un oasis donde los colores estallan de ilusión y la música se pinta con acordes mágicos. Es ahí donde los personajes más maravillosos pasan a habitar, y es en ese refugio mental, donde la inocencia vive eternamente para ayudarte a combatir los golpes de mar.

Las imagenes son cuadros de mi tía Marta, una artista con muchísima sensibilidad y capacidad de abstracción