Ying y Yang

El yin y yang es un concepto surgido de la filosofía oriental fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales, opuestas pero complementarias, que se encuentran en todas las cosas. (Wikipedia dixit)

Me encuentro a dos pasos de casa, en el camino de vuelta. Siguiendo los consejos de Laura, me pongo los zapatos de charol, veo con claridad el camino amarillo de baldosas, cierro los ojos y -como Dorothy en “El mago de Oz”- digo en alto “no hay lugar como el hogar”.

Repito las palabras y las grabo a fuego en mi subconsciente…intento tatuarlas al lado de esas imágenes que me llevo en esta mochila de experiencias, un exceso de equipaje con sabor endulzado. Las grabo ahí, para que ese día en el que se me nuble la ilusión con las primeras borrascas del otoño, que note que la monotonía recubre con hojas ocres mi camino, ese día de grises plomizos, no tenga la tentación de cerrar los ojos e irme de nuevo a alguna isla, una de esas que ya viven en mis recuerdos.

Deseo lo que no quiero y quiero lo que no puedo tener, necesito luz para disfrutar la noche y estrellas para poder ver el sol. Estar solo para disfrutar de la compañía, necesito ruido y extraño el silencio, irme al otro lado del planeta para querer volver a casa…Experimentar el ying para poder vivir con mi yang. Todos somos en cierta medida noche y día, lo difícil es encontrar la medida en esa delicada y volátil balanza de opuestos.

Bangkok es una cuidad de contrastes…un oximoron de calles congestionadas, eminente desarrollo y palpable pobreza, sosegada espiritualidad y decadentes vicios. Una ciudad en la que los adultos blancos buscan elixir de juventud en niñas que ríen pensando en dólares.

Pero también hay callejuelas con pequeños mercados de olor intenso, ese olor a arroz y especias tan característico del país, con niños que no te piden nada, con alguna mirada sincera…Gente amable inmune a la alienación de un país conquistado por la nueva cruzada de occidente: turistas en busca de diversión. Una ciudad de ying y yang.