El Salvador

Probablemente lo que más me guste de esta profesión es que te da la posibilidad de conocer nuevos países a fondo, relacionarse con gente local, visitarlo con cuidado, sin prisas, ver su vida nocturna y conocer sus dirigentes (que en muchas ocasiones sorprendentemente es la parte menos interesante, con contadas excepciones)

El Salvador es el país más pequeño pero con mayor densidad de población de Centroamérica, encajado entre Honduras y Guatelama, es en palabras del Ministro de Turismo “el país de la media hora” en dos horas estás en Tegucigalpa (Honduras) y en 3 en Guatemala, lo que ofrece una infinidad de posibilidades para conocer los países vecinos.


El Salvador es también conocido por ser escenario de una cruenta guerra civil que duró 13 años y que dejó al país devastado. Sorprendentemente y a pesar de lo reciente que son los hechos (apenas 14 años desde los tratados de paz) El Salvador apenas tiene huellas del conflicto, es un país de gente amable que está más interesado en mirar al futuro que volver la cara al pasado…Es también un país peligroso, en determinadas zonas reinan las “maras” bandas de jóvenes que expulsados de EEUU vuelven a su país donde establecieron auténticos carteles. Y esa sensación de inseguridad hace que vivas constantemente mirando de reojo…Hoy mismo, en un pueblo Santa Ana, hemos tenido una situación un poco comprometida y es ahí cuando realmente me he dado cuenta de que hay que tener mucho cuidado.

Las personas de clase alta viven encerradas en una burbuja, en una jaula de oro. Ayer quedamos con un salvadoreño que nos llevó a cenar a un centro comercial. Mi gran sorpresa al entrar es que se trataba de un mall gigantesco, con calles peatonales dentro de el, terrazas, bares, discotecas, cines…una auténtica ciudad en miniatura donde la gente pudiente se esconde de la realidad hostil que hay fuera…No daba crédito, era como si me hubiese metido en “El show de Truman” pero este escenario era real…alucinante. Hoy después del pequeño susto en cierta medida lo he comprendido. Yo intentaré por mi parte que no me afecte la psicosis del miedo y seguiré explorando el país, siendo más prudente…