Friday, April 14, 2006

Próximo parada...Panamá

Está universalmente aceptado que el tiempo es una farsa, la unidad que desde tiempos inmemoriales nos ha subyugado se la inventó algún cabrón para dividir nuestra caótica existencia en porciones regulares y cíclicas de tiempo, era alguien con mucho poder y ganas de controlar.

Porque todos somos conscientes de lo subjetiva que puede llegar a ser la medida del tiempo, lo eternos que son esas jornadas laborales de resaca cuando lo único que quieres es salir por la puerta, lo cortos que son esos momentos de exultante placer, lo rápido que se pasan unas vacaciones, o la eternidad de una sala de espera. Mi vida ha ido lenta a ratos excesivamente lenta, y de repente se fue acelerando. Los interminables años de colegio terminados, universidad y cada vez más y más rápido, prácticas, curros, primeros novios formales…llegando hasta un ritmo frenético. Ahora ya no tiene tanta gracia que se te escapen los meses, los años. Otro más??? Pero si ni me he enterado!!

Pero es muy cabrón el tiempo, te mantiene engañado como en una burbuja y cuando menos te lo esperas, como caído del cielo, zas! te da auténticas bofetadas, chutes de realidad. Un amigo se casa, alguno se empareja, las resacas cada día son peores, las semanas más largas, las amistades evolucionan, compromisos, se pierden familiares, y nacen nuevos integrantes de la pandilla. Increíble. El otro día me encontré comprándome una crema nutritiva…y es que como dice mi madre “María, tienes que empezar a cuidarte que ya no eres una niña” miro hacia otro lado como si el rollo no fuese conmigo…pero igual tiene razón. Así que como guiada por una fuerza superior me encuentro en la puerta de Juteco asesorada por una mujer con potente perfume -yo creo que en los departamentos de cosmética te drogan con esos supuestos perfumes para que acabes comprando un set de cremas que no necesitas, muy parecido a lo que pasa en la peluquería- salgo de mi trance cosmético apestando a una colonia de vieja, con mi crema nutritiva, contorno de ojos y ampollas revitalizantes –esas me las dio gratis-… ver para creer.

Han pasado 4 meses desde que volví a Madrid y el lunes finalmente me voy a Panamá, ya tenía ganas, no sabría como definir este tiempo que he pasado aquí…supongo que intenso, terriblemente divertido y de reencuentros. Un sentimiento agridulce, ese que siempre me provoca dejar Madrid, que para mi es mucho más que una ciudad, es mi sitio. El que me quema, reniego, huyo…para acabar volviendo, reconciliándome y amando locamente de nuevo. La próxima vez que vuelva, será para quedarme. Ya toca.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Hechamos de menos compartir contigo esta experiencia,acercanos un poco a lo que estás viviendo!

10:19 PM  

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